Shiatsu Ama Mac
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jueves, 22 de octubre de 2015
sábado, 26 de septiembre de 2015
Donde las manos y el espíritu se encuentran
El
uruguayo Diego Sánchez, referente local, aprendió el shiatsu en Estados Unidos,
donde se utiliza como tratamiento para pacientes de trasplantes
Diego Sánchez comenzó a trabajar junto al famoso Dr. Oz, conductor de su propio programa en la señal de cable FOX
Extraído del OBSERVADOR
http://www.elobservador.com.uy/donde-las-manos-y-el-espiritu-se-encuentran-n235207
Diego Sánchez comenzó a trabajar junto al famoso Dr. Oz, conductor de su propio programa en la señal de cable FOX
Las
formas en las que las personas se sienten a sí mismas cambia a medida que lo
hace su entorno, lo cual depende de una infinidad de factores.
Desde
hace algunas décadas, en muchas partes de las sociedades occidentales, las
concepciones de salud y enfermedad están dando un giro hacia formas más
integrales de lo que se entiende como bienestar.
La
medicina occidental ha tendido históricamente a tratar las dolencias de las
personas de forma aislada y cada vez más especializada. Si alguien se cae y se
fractura la pierna, seguramente acuda al traumatólogo, quien es muy probable
que lo envíe a casa con la pierna enyesada y tomando algún analgésico.
Quien
más, quien menos a día de hoy tiene una cobertura médica aceptable. Esto,
ligado a otro tipo de seguridades –como el alimento o el alojamiento– que se
dan por sentado, están haciendo que cada día más gente se pregunte por qué, a
pesar de todo, no se siente del todo bien.
“Estar
bien” ya no significa solamente no padecer dolencias físicas, sino que para
muchos el bienestar está ligado a lo psicológico o anímico. Una manifestación
de esta necesidad es el hecho de que cada día estén más en boga diferentes tipos
de terapias alternativas que tratan simultáneamente tanto lo corporal como lo
espiritual.
El milenario arte de la sanación
Esta
forma de concebir al ser humano es la que tiene Diego Sánchez, un reconocido
experto en shiatsu y otras formas de terapias integrales.
Visto
desde afuera, el shiatsu funciona haciendo presión con los dedos en
distintas partes del cuerpo del paciente, aunque en realidad el mecanismo
resulta mucho más complejo.
Como
explica Sánchez, es un tipo de terapia corporal que, basada en un sistema
organizado, permite a través de las manos hacer efecto en las funciones
energéticas.
Según
esta medicina tradicional china con más de 4.000 años de historia, las
funciones energéticas son claves y atañen a lo físico, lo mental, lo emocional
y lo espiritual, todos ellos niveles que están íntimamente relacionados.
Así,
cualquier dolencia que se padezca será síntoma de un estado general de la
persona, y cuando se trabaje, deberá hacerse considerando la parte afectada,
pero sobre todo el conjunto.
Tal
como afirma Sánchez refiriéndose a su forma de trabajar: “no importa donde
estés, estás trabajando en todo. Toda la información está en todos los lados”.
De
acuerdo a esta perspectiva, los órganos del cuerpo cumplen funciones
energéticas en distintos niveles.
Por
ejemplo, el hígado tiene la función de almacenamiento y desintoxicación. Hace
una depuración física de la sangre que depende de diferentes factores, pero
además es el encargado de la desintoxicación emocional, mental y espiritual.
Entonces, cuando el shiatsu trabaja con el hígado, lo hace con la función de
desintoxicación a todo nivel.
Como
cuenta este terapeuta, puede suceder que una persona tenga un problema de
desintoxicación física por cuestiones relacionadas con emociones tóxicas como
por ejemplo la rabia.
De modelo a terapeuta
Diego
Sánchez ahora viaja constantemente para dar conferencias, o imparte talleres de
especialización con alumnos que vienen de diversos lugares del mundo, conoció
el shiatsu cuando apenas tenía 25 años.
En
aquella época se dedicaba a hacer de modelo para moda y publicidad. Estaba
trabajando en París, y en uno de los descansos una maquilladora que estaba
estudiando este tipo de terapia le preguntó si podría practicar un poco con él.
Aquellos
minutos cambiaron el rumbo de su vida. Diego Sánchez cuenta como al terminar,
cuando se levantó, sintió que estando ya erguido algo en su cuerpo se seguía
elevando. Tal fue su impresión que en el siguiente descanso salió a buscar una
librería donde encontrar algo de información sobre el tema, y empezó a
practicar.
Pocos
años después se mudó a Londres para estudiar en el Shiatsu College of London,
para luego trasladarse a Nueva York y especializarse junto a la experta en la
materia Pauline Sasaki. Pasado algún tiempo, abrió su propia consulta y empezó
a trabajar con el prestigioso Dr. Mehmet Oz, cardiólogo del Hospital de la
Universidad de Columbia, ex colaborador del programa de Oprah Winfrey y
actualmente conductor de su propio show en FOX.
Fue
con él que Sánchez empezó a tratar los pacientes sometidos a trasplante de
corazón, aplicándoles shiatsu antes, durante y después de las operaciones. Los
resultados fueron tan positivos que en menos de dos años pasó de hacer terapia
de forma experimental a tratar pacientes de diferentes doctores, tanto dentro
como fuera del quirófano.
Durante
las intervenciones, Diego se encargaba de monitorear energéticamente a los
pacientes, redirigir la energía hacia los lugares en la que no circulaba bien,
o hacer la conexión entre la energía del nuevo corazón y el cuerpo que lo iba a
alojar.
Tal
como dice él, “hacía las presentaciones entre los nuevos vecinos”. De este
modo, el shiatsu vino a complementar con los saberes de la medicina china la
forma de concebir el cuerpo que tiene la medicina occidental, algo que la ayuda
a cumplir mejor con sus objetivos.
Tanto
es así que el shiatsu se sigue practicando en los trasplantes de corazón de
aquél hospital.
Espiritualidad al alcance de todos
En
su afán por trabajar el bienestar de una manera integral y lo más accesible
posible, este terapeuta también desarrolla desde hace años lo que él llama
“meditación activa”.
La
mayoría de la gente que se acerca a la meditación tradicional, cuenta Sánchez,
se frustra porque no logra sentirse cómoda o poner la mente en blanco, y cree
que es incapaz de meditar.
Dejar
la mente en blanco no es un objetivo en sí mismo sino una consecuencia del
estado de meditación. Lo que Sánchez propone es no cancelar la mente –para él
la mente es naturalmente activa–, sino que busca es darle una actividad
precisa, para que la persona pueda expandirse energéticamente mientras la mente
está ocupada en algo que es conducente a ese estado.
Como
aclara, “si estoy tratando de lograr algo y no puedo, esa misma energía de
frustración me contrae. Es algo como los mantras o el rosario. Si se trata de
rezar pero no se sabe lo que hay que decir se entra en un estado de frustración
totalmente improductivo”.
La
solución que encuentra es darle algo rutinario que hacer a la mente de modo que
se logre calmar: “es como darle a la mente un hueso para roer, y así de
mientras tú haces otra cosa”.
La
mente, cuenta Sánchez, no es solo un impedimento para la meditación sino que
puede resultar un trampolín extremadamente útil para la expansión si se dan las
herramientas correctas.
Para
ello, una de las técnicas que usa es la de invitar a que sus pacientes imaginen
que tienen una esfera en la zona del perineo, y que ésta gira.
Si
lo hace hacia la izquierda, puntualiza Diego, la energía fluye de la tierra
hacia el cielo, algo que resulta muy placentero, es como si te pararas arriba
de un géiser. Sin embargo, hacer girar esa esfera en el sentido de las agujas
del reloj produce una sensación muy diferente: es como una ducha de agua fría.
Eso sucede porque uno te expande energéticamente, mientras que el otro te
contrae”.
Una transición energética
Con
el final de 2012 se acerca un cambio de era energética. David Sánchez explica
que se pasará de un paradigma basado en las jerarquías, a una nueva etapa con
predominio de “la parte femenina de Dios”, donde la forma de relación será más
horizontal, colaborativa y participativa.
Estos
cambios, que ya tuvieron un pico el 11 del 11 de 2011, alcanzarán un nuevo
cénit el 21 de diciembre de este año, día en el que los planetas se alinearán
de una manera que solo sucede cada 26.000 años.
Aunque
la mayoría de las personas no son conscientes de este hecho, explica este
terapeuta, sí lo notan. O mejor dicho, sí lo notará su propio organismo y
espíritu. La antesala del cambio provoca en mucha gente mayores niveles de
ansiedad, estrés o desequilibrio en general. Ante esto, el propio Diego Sánchez
propone hacer ejercicios de armonización energética para estar preparado para
encarar este cambio de paradigma aprovechándolo, y sin que haya mayores incomodidades.
http://www.elobservador.com.uy/donde-las-manos-y-el-espiritu-se-encuentran-n235207
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